


Familia ARACEAS
Generalidades
Dentro de esta familia existen alrededor de 115 géneros que agrupan a más de 2000 especies, que causan daños no sólo en animales sino también en niños. La toxicidad de estas plantas se debe principalmente a dos componentes:
1- Presencia de cristales de oxalato de calcio que actúan en forma mecánica provocando irritación.
2- Presencia de una enzima proteolítica, la cual es inoculada en la superficie de contacto (piel, mucosas) por el cristal de oxalato, generando una respuesta inflamatoria.
Los cristales de oxalato de calcio son productos formados en las vacuolas celulares y constituyen uno de los componentes más comunes de los vegetales. Son considerados productos de excreción, aunque se ha comprobado que en ciertos casos el calcio es reutilizado.
Los cristales tienen variadas formas. En el caso de las aráceas tienen forma de agujas (rafidios). Todas las células contienen estos rafidios, pero se agrupan especialmente en algunas células con forma de ampolla (idioblastos), donde los cristales forman haces espesos que ocupan todo su interior. Las mismas se comportan como aparatos eyectores, y la irritación o presión provoca la súbita expulsión de los cristales así como de ácido oxálico libre contenido también en las células. Los rafidios se clavan en la mucosa con la cual contactan, inoculando una enzima proteolítica que desencadena la reacción inflamatoria, con liberación de histamina, serotonina y diversas sustancias vasoactivas responsables de la inflamación. También podría provocar alergia con intenso prurito en la boca por exposición previa.
Signos clínicos: Cuando la planta es ingerida se puede presentar: salivación, vómitos, diarrea e inflamación del tracto digestivo especialmente en la boca, lengua, garganta y labios. En el caso que la ingestión fuese severa, podría aparecer dificultad respiratoria por edematización de la glotis generando asfixia, aunque esto no es habitual. La intoxicación más común, tanto en perros como en gatos y canarios, es por ingestión. Es común que los bebés y niños consuman estas plantas, observándose los mismos signos clínicos. En el caso que el tóxico contacte con la piel puede provocar dermatitis con enrojecimiento, inflamación y dolor. Si contacta con los ojos, puede provocar pérdida transitoria de la visión, queratitis e inclusive úlcera corneal.
La rápida acción de las toxinas durante la masticación, hace que los animales dejen de morder e ingerir la planta, impidiendo de esta manera que la intoxicación sea más grave.
Abordaje del paciente intoxicado: En el caso de sospechar la ingestión de alguna especie perteneciente a esta familia, no se provocará el vómito, ya que los cristales son irritantes y sólo se provocará más daño al realizarlo. Se procederá a irrigar la boca con abundante agua fría para remover los restos de planta y disminuir la inflamación. A su vez se puede dar para lamer cubitos de hielo. El objetivo del tratamiento será detener la inflamación y calmar el dolor (es discutido el uso de corticoides y diuréticos en el tratamiento de la inflamación por cristales de oxalato, ya que de todas maneras los signos revierten espontáneamente entre 12 y 24 hs postingestión.). Se pueden usar antihistamínicos y, en el caso que fuera necesario, reposición de fluidos y medicación si hubiere vómitos y diarrea. En el caso de lesiones corneales, lavar con abundante solución fisiológica, realizar la prueba de fluoresceína y evaluar la necesidad de utilizar colirios con o sin esteroides.
Grado de toxicidad: Moderada
Nota: Si bien esta familia está ampliamente distribuida, y es conocida por su toxicidad, existen especies pertenecientes a otras familias, que también contienen en su interior cristales de oxalato de calcio, como por ejemplo Schefflera (familia: Araliáceas). La diferencia radica en que no esta demostrada la presencia de enzimas proteolíticas, como sucede en las aráceas, lo que determina que la toxicidad sea menor.